Los primeros tres años de vida son fundamentales en el desarrollo del ser humano y de sus potencialidades. Es un período en el que se desarrolla el núcleo de la personalidad, las habilidades sociales y los valores humanos. La comprensión del desarrollo del niño permite que los entornos Montessori satisfagan las necesidades del bebé y fomenten un sentido de pertenencia, independencia y adquisición del lenguaje que permita a los niños sentirse hábiles y capaces.