Hace unos días los niños bajaron a sembrar. Es muy lindo ver como algunos, por decisión propia, vienen al jardín a ver cómo van creciendo las plantas y hacen reflexiones mientras las observan y comentan sus cnclusiones. La vida de los niños es infinitamente simple, lo ven todos con ojos llenos de admiración y todo encuentra sentido en el sentido de la simplicidad de la naturaleza.
Por aquí les comparto este par de párrafos tomados de una conferencia que María Montessori dictó en uno de sus congresos:
>>Al nacer no hay conciencia, ninguna razón por la cual uno pudiera etiquetar a ese ser. Nosotros deberíamos estudiar esta conciencia para poder saber lo que es la vida. Esta conciencia hace directamente nuestras vidas.
La vida del hombre no está desconectada del todo de la vida, de las otras formas de vida. Ahí la ley es que las vidas son dirigidas sin nuestro conocimiento. Hay fuerzas de las que nosotros estamos conscientes, las cuales tienen gran influencia en la vida de los individuos. Como por ejemplo, una planta. ¿Acaso una planta tiene mente o sentimiento? No. No tiene nada. Sin embargo, observa cómo actúa: planta una semilla, germina, voltea la semilla de cabeza; para el día siguiente su pequeña raíz se ha volteado hacia abajo y una ramita nueva está creciendo hacia arriba. Cada uno parece reconocer su lugar. La raíz crece hacia el suelo, los pequeños brotes se forman, entonces los vientos quizás vengan: sin embargo, la planta está segura. Las raíces se extienden, cubriendo el piso tanto como le sea posible. Crecen hacia el alimento, rodeando cualquier piedra que les obstruya. El tallo saca hojas y estas absorben bióxido de carbono del aire. Sólo puede hacer esto con la luz del día. Las hojas crecen alrededor del tal forma que estén en lo máximo de la luz. Así que su comportamiento usual es de colocarse en todos los lados del árbol, pero si éste es plantado cerca o contra la pared, las hojas que quedan frente a la pared permanecerán en la obscuridad y entonces serán invensibles, se retorcerán a una posición natural para lograr alcanzar el sol. ¿No es esto inteligente? La planta no tiene mente para dirigir esto, sin embargo el resultado es inteligente. Parece que hubiera una inteligencia, la cual dirige a esta planta.<<
Somos espejo de la naturaleza que nos rodea pero al mismo tiempo, la naturaleza es el reflejo de lo que llevamos dentro. Los niños son conscientes de esto, pero como no ven que florezca a su alrededor, se les olvida cuando crecen.
Para pensar un ratito…