“Los ejercicios de Vida Práctica transportan la conciencia viva del niño
a las diferentes acciones que ejecuta durante el día y de eso resulta una
influencia recíproca: el análisis ayuda a la síntesis en sus aplicaciones
y viceversa.”
El método de la pedagogía científica,
María Montessori.
Cuando pensemos en la presencia de la tecnología en un aula, ya sea un aula tradicional o Montessori, un requisito indispensable nos debe venir a la mente: que sea significativo.
Si se observa cuidadosamente cómo las escuelas públicas y privadas ahora comercializan sus escuelas (sí, ahora tienen que comercializarlas), a menudo se oyen cosas como “Tenemos tecnología 1-1” o “Cada niño tiene una tableta”. La reacción general entre los montessorianos tiende a ser “¿Y qué?” “¿Qué haces con esa tecnología?” “¿Cómo es significativo?”
Hay puntos de vista mixtos sobre el lugar de la tecnología en una escuela Montessori. Si bien hay algunas escuelas Montessori que tienen regulaciones estrictas, muchas escuelas usan la tecnología con regularidad, pero sólo de una manera intencional y significativa.
Siguiendo las recomendaciones de la AMI, en Montessori Cancún, nuestros estudiantes usan la tecnología en forma de vida práctica: como un suplemento a nuestro plan de estudios y no como un sustituto de libros y materiales. El propósito de “Vida Práctica” en una escuela Montessori no es sólo enseñar concentración, aumentar las habilidades motoras finas, exponer a los niños a nuevos intereses y oportunidades; sino también preparar al niño para las experiencias del mundo real. Como educadores en el siglo XXI, sentimos que es nuestra responsabilidad preparar a los niños para lo que van a encontrar en el mundo real.
Nuestros estudiantes aprenden habilidades para realizar un texto, cómo encontrar una investigación fiable y útil usando un motor de búsqueda, cómo preparar una presentación. Es importante recalcar que nuestros estudiantes no se olvidan de diccionarios y enciclopedias por tener la posibilidad de “googlear” (lo que es más fácil); no aprenden conceptos matemáticos en la computadora en lugar de manipular materiales reales ni se desconectan de sus compañeros porque están “conectados”.
Lo que más debe preocuparnos ante el aumento de la tecnología en las escuelas es la falta de equilibrio en la vida de nuestros hijos.
Probablemente existirán padres que permitan que su hijo (a) tenga “tiempo limitado y de calidad en la pantalla” en casa sabiendo que ha estado expuesto a una cantidad de tecnología en la escuela. Pero, como maestros, sabemos que esto es como encontrar una aguja en un pajar.
Imagínese la vida del niño del Siglo XXI que come el desayuno mientras mira dibujos animados, mira su película favorita en el camino a la escuela, llega a casa de la escuela y pasa unas horas jugando videojuegos o jugando en su computadora y luego lee antes de acostarse en su tableta. Ahora aumente el tiempo de tecnología que el mismo niño haya obtenido en la escuela. ¿Cuáles son los impactos en ese niño? ¿Tiene la escuela la responsabilidad moral de ayudar a limitar algo de ese tiempo en la pantalla? Absolutamente sí.
Los pediatras en la actualidad enfitizan la responsabilidad de usar un casco mientras van en su bicicleta, usar el cinturón de seguridad en el coche, pero además, limitar su tiempo de pantalla a una hora por día. En el sitio web de la Academia Americana de Pediatría, dijeron que, en promedio, los niños están expuestos a siete horas en “medios de entretenimiento” por día. Lo que es aún más preocupante, es que “los estudios han demostrado que el uso excesivo de los medios de comunicación puede conducir a problemas de atención, dificultades escolares, trastornos del sueño y de la alimentación (obesidad)”.
Existen alrededor de un millón de razones por las que se eligen Montessori para la educación de los hijos.
Las razones por las que elegimos Montessori como educadores se duplican. Montessori no siempre es popular o está de moda. Montessori no siempre va bien para todos los padres de familia. A veces las escuelas Montessori parecen estar haciendo lo contrario de lo que está haciendo la “escuela del siglo XXI”. Estamos convencidos de que se elige Montessori porque “lo hace bien por los niños”. Esto no siempre puede ser atractivo para el niño que disfruta de la tecnología incrustada en cada aspecto de su vida, pero como educadores y padres, tenemos el derecho y responsabilidad de decidir el tipo de educación a la que el niño está expuesto.