¡Pórtate bien!

William_Adolphe_Bouguereau_Fishing_for_frogs_1882_pequeaLa inmovilidad perfecta y el perfeccionamiento sucesivo de los movimientos deben sustituir al mandato imperioso de:

 

“Estate quieto, pórtate bien”

 

La disciplina no es pues un hecho, sino un camino que conduce al niño  a adquirir, con la precisión que podríamos llamar científica, el concepto de la bondad.  Además le hace gustar los goces supremos que resultan del orden interior, que va estableciéndose en su espíritu a medida que avanza, en la conquista de aquel alto fin.

 

Moverse dentro del orden y la obediencia a los ocultos dictámenes de la vida, es reposar.  En nuestro caso, el hombre que es un ser inteligente, sus movimientos serán tanto más un reposo, cuanto más inteligentes sean.

 

El texto de María Montessori, su libro El método de la pedagogía científica.  La imagen un cuadro pintado por William  Adolphe Bouguereau en 1882.