“Como nosotros no tenemos otra posibiliad de distiguir las cosas sino los atributos, la clasificación de éstos trae consigo un orden fundamental que abarca todas las cosas. A partir de aquí el mundo ya no es el caos para el niño, su mente se parece algo a los estantes bien ordenados de una biblioteca o a los de un rico museo: cada objeto tiene allí su lugar y su categoría. Cada adquisición ya no será “almacenada” sino “colocada”; este orden primitivo no se verá jamás turbado y se irá enriqueciendo continuamente. El niño que de este modo ha adquirido la posibilidad de distinguir una cosa de la otra, tiene formado lo que sirve de base a su inteligencia.”
La auto-educación en la escuela elementa. María Monessori.
Descubrir que algunas cosas son más pesadas que otras, ver cómo una gota de pintura se desvanece y desaparece en el agua transformando su color, notar como algunos objetos pueden flotar y otras no … preguntarse ¿por qué? y encontrar la respuesta en el propio hacer. Si es en inglés, ¡doble aprendizaje!
Es maravillosa la oportunidad de poder observar la forma en la que el niño se siente atraído a la repetición, observando con gran atención qué sucede. El simple hecho de dejar caer una pequeña piedra en el agua para ver cómo se va al fondo es una actividad que despierta una serie de preguntas tan simples para un adulto, tan complejas como la vida que se abre y se deja descubrir por el niño.