Como cada año, el paseo de diciembre fue a un restaurante bonito de nuestra Ciudad. Una oportunidad en la que los niños demuestran sus buenos modales.
Todos los días, los niños aprenden a convivir y compartir el momento del almuerzo. Traer su lonchera limpia y en orden, utilizar su mantel y poner la mesa correctamente, sentarse de forma correcta, usar su servilleta, hacer buen uso de los cubiertos, masticar con delicadeza… son tantos los puntos que día a día se van puliendo. Definitivamente, son detalles que se trabajan a profundidad en casa y se reflejan el día del desayuno de gala.
¡Qué hermoso convivir con niños que demostraron su elegancia, no solo en el vestuario, sino en sus modales corteses y educados!
Fotos de Gaby Garza.