Es un deleite sentarse a observar a los niños a la hora de la recreación. Observarlos, sólo eso. Percibir la forma en la que conviven entre ellos, sus juegos, la interacción con la naturaleza que enceuntran, la imaginación que evoluciona a través del juego, en fin.
El caso es que me llamó la atención que algunos pequeños caminan en punta de pies, no por juego, sino como su forma de marcha normal.
Me llamó la atención y busqué. Aquí comparto información que recopilé de varios portales. Espero que les resulte interesante.
“MARCHA EN PUNTA DE PIES IDIOPATICA” MPPI
En 1967, Hall y colaboradores informaron sobre una nueva condición, que describió como tendón calcáneo corto congénito. En este informe, de 20 pacientes neurológicamente normales presentaban una tendencia a caminar en puntas de pie y una definida rigidez del tendón de Aquiles. Esta fue la primera descripción de la condición que ahora se describe como “marcha de puntillas idiopática”.
Caminar de puntillas puede observarse durante los primeros años, y se considera una variante de la normalidad en el desarrollo de la marcha. Para la mayoría de los niños pequeños, la marcha temprana se caracteriza por una base de apoyo amplia. Las caderas puede estar rotadas externamente, y las rodillas tienden a permanecer flexionada. Los tobillos están en flexión plantar en el contacto inicial, con algunos niños que presentan flexión plantar durante todo el ciclo de la marcha.
Para la mayoría de estos casos, caminar en puntillas tempranamente, la historia natural es la resolución espontánea con el crecimiento
La marcha en puntillas de pie idiopática (MPPI) es un término usado para describir una condición en la que los niños caminan en puntas de pie en lugar de caminar con un paso normal. Es un diagnóstico de exclusión, de otras condiciones – como la parálisis cerebral, miopatías, etc. – causando una marcha en equino.
Aparte de esto, no existe una definición unánime de MPPI. Caminar habitualmente de puntillas a veces se usa como sinónimo de MPPI, y puede no haber contracturas del tendón de Aquiles. A pesar de que caminar de puntillas es un motivo frecuente de preocupación para los padres en las visitas pediátricas de rutina, la prevalencia y la historia natural son en gran parte desconocido.
Caminar de puntillas tiene múltiples causas, que van desde, la idiopática, a la enfermedad neuromuscular profunda.
Una causa común de caminar de puntillas es la espasticidad muscular. La espasticidad resultante del daño a las vías corticoespinales, en cualquier nivel de la corteza motora, de la médula espinal, y de las neuronas motoras. La causa más común de la espasticidad es la parálisis cerebral, que con frecuencia se debe a una lesión cerebral perinatal.
Los músculos que son más espásticos crecen menos, que los músculos que son menos espásticos. Si el gemelo y el sóleo (tríceps sural) son excesivamente espásticos, se desarrolla un equino fijo.
Otras enfermedades neuromusculares se deben descartar como la distrofia muscular (por ejemplo, Duchenne) y miopatías congénitas. La MPPI, en la enfermedad muscular es causada por el reemplazo del músculo, por tejido fibroso, en la medida en que el músculo se va deteriorando. Todos los músculos están involucrados, pero los flexores plantares siguen siendo más fuertes que los flexores dorsales, favoreciendo el desarrollo del equino y de la MPPI.
El diagnóstico correcto en muchos pacientes con enfermedad neuromuscular, se ha retrasado debido al fracaso de los profesionales para reconocer la importancia de una alteración temprana de la marcha.
Curiosamente, la mayoría de los padres perciben que sus hijos muestran una marcha en puntillas, como un comportamiento, en lugar de una discapacidad física. La condición más benigna es la idiopática. Esta aparece por primera vez en el niño que comienza a caminar: muchos niños empiezan a caminar, sobre los dedos de sus pies y la mayor parte abandona este patrón.
Un patrón de marcha en puntillas, puede ser también observado en niños con autismo. En un estudio reciente, el 19% de los niños con diagnóstico de trastornos de espectro autista, exhibió marcha de puntillas durante un mínimo de 6 meses. Todos ellos caminaron en punta de pies, de forma intermitente, y la reducción en la movilidad del tobillo fue relativamente poco frecuente.
Interrogando sobre la aparición de marcha en puntillas, podría ser de ayuda, para diferenciar entre estas entidades. El inicio precoz de MPPI, ocurre dentro de los 3 meses del inicio de la deambulación.
Las dos causas más comunes son, la parálisis cerebral espástica y MPPI. Esta última es siempre bilateral, simétrica y generalmente intermitente. El inicio tardío de andar en puntillas es casi siempre debido a alguna enfermedad neuromuscular.
EL PROCEDIMIENTO DIAGNÓSTICO MÁS VALIOSO ES EL EXAMEN FÍSICO REALIZADO POR UN ESPECIALISTA.
Los niños con MPPI pueden mostrar leve tirantez de los tendones de Aquiles, mientras que otros tienen un rango de movimiento pasivo completo del tobillo. En algunos casos de MPPI, el niño tiene la capacidad de caminar con una secuencia normal de apoyo, talón-dedo del pie y simplemente prefiere no hacerlo.
EXAMEN: Para un paciente con sospecha de MPPI, el examen debe dirigirse a descartar otras causas. Para descartar una MPP no idiopática, la exploración física se centrará especialmente en la columna vertebral, extremidades inferiores y los hallazgos neurológicos. La columna vertebral debe ser examinada para desviaciones sagitales y frontales.
Desviación fuera de lo normal y signos cutáneos, como hemangioma, pueden reflejar anomalías congénitas intraespinales. El examen de las extremidades puede revelar atrofia o hipertrofia. La hipertrofia de la musculatura de la pantorrilla, y un signo positivo de Gower es altamente sugestiva de distrofia muscular. Las caderas, las rodillas y los tobillos deben evaluarse para las contracturas o acortamientos.
Evaluar la extensión de la rodilla con la cadera extendida y luego flexionada, diferencia la patología de rodilla, de la contractura / acortamiento muscular.
La evaluación de la dorsiflexión del tobillo con la rodilla flexionada y luego extendida, diferencia los efectos del músculo sóleo, y de los gemelos, durante la maniobra.
Incapacidad de flexión dorsal pasiva más de 10 grados, es anormal e interferirá con la marcha. El examen puede revelar pie cavo o dedos en garra, lo que sugiere una causa neurológica. Los resultados anormales del examen neurológico: de los reflejos tendinosos profundos, abdominales, plantar y de estiramiento, orientan hacia un trastorno del sistema nervioso central o periférico.
El examen físico debe incluir el desempeño del pie al caminar, sentarse, pararse y ponerse en cuclillas para diferenciar actuaciones estáticas y dinámicas. El desempeño de la marcha, debe ser evaluada en diversas condiciones, tales como caminar en línea recta, caminando de lado y caminar con y sin ayuda para controlar el desarrollo del equilibrio.
En un niño con un resultado normal en el examen neurológico, pero con severas limitaciones en flexión dorsal del tobillo, y una MPPI bilateral y simétrica. Se diagnostica presuntivamente como MPPI.
Estos niños deberían ser consultados con el especialista. El tratamiento conservador, se propuso entre las edades de 17 meses y 25 meses, y consiste en ejercicios de estiramiento de los flexores plantares, y entablillado nocturno.
MANEJO: Un tratamiento conservador podría ser propuesto para todos los niños con MPPI hasta la edad de 2 a 3 años.
¿Qué ejercicios hacer con niños que caminan de puntillas?
En todo momento deben utilizarse como parte de las rutinas y mediante el juego, la observación y atención a los movimientos que realiza el menor.
Movimiento activo
· Iniciar tempranamente la puesta en pie, en una buena posición, sin uso de andadores ni tacatás, respetando los tiempos del niño/a (acondicionar el espacio para que el niño/a cuando esté preparado madurativamente pueda ponerse de pie con seguridad).
· Entrenarle el equilibrio para caminar: vigilar que apoye totalmente la planta del pie, transmitirle peso para que descienda el talón.
· Cuclillas: manteniendo el talón en el suelo y vigilar que las piernas estén rectas.
· Rampas ascendentes: Tanto subir como mantenerse en ellas jugando por ejemplo al balón.
· Reptación y gateo
· Ejercicios activos de elevación del antepie con talón apoyado
· Aprender a caminar apoyando todo el pie con estímulos visuales (sobre la arena, barro, con pintura de dedos)
Estiramiento pasivo
El estiramiento pasivo no va a modificar las longitudes musculares, si hay un acortamiento y es necesario se deberá optar por unas férulas seriadas o férulas nocturnas que realicen un estiramiento mantenido en el tiempo. En algunos casos si puede ser favorable utilizar el estiramiento pasivo como parte de la rutina, para ello cogemos el pie del niño con suavidad y realizamos la maniobra de relajación automática. Con la rodilla doblada, sujetamos el talón y traccionamos ligeramente mientras la otra mano empuja el pie por la planta sin aplicar puntos de presión. A medida que vas estirando no permitas que el talón se vaya hacia un lado. Una vez que has ganado arco con la rodilla doblada, vete estirando suavemente la rodilla manteniendo el apoyo sobre el pie, para estirar el músculo en toda su longitud.
Masaje
Realizar un suave masaje en las piernas mientras le echas la crema, aceite… Aprovechar los momentos de relajación, en los que el niño esté más tranquilo.
El masaje se deberá hacer de arriba hacia abajo (desde caderas hasta tobillos), utilizando la máxima superficie de la mano, abrazando toda la pierna.
Estimulación sensorial
Estimular la planta del pie con distintas texturas desde el talón a los dedos.
Permitir estar descalzo en casa, para que el pie reciba las diferentes sensaciones.
Caminar por distintas superficies tanto en el interior como en el exterior (con zapatos por terrenos pedregosos)
Estimular mediante vibración las superficies óseas del pie, especialmente sobre el talón
Al tratamiento de fisioterapia se pueden añadir otras medidas como la TMR, la integración sensorial, ayudas otopédicas (plantillas pirámidales, férulas nocturnas, férulas dinámicas (tipo DAFO), lo mejor, por supuesto, es acudir al especialista.