Muchas gracias a todas las personas que hicieron posible que Rosy Barocio dictara su conferencia “Educando para la Paz”.
Como dijo Rosy, todo lo que vemos a nuestro alrededor es un reflejo de lo que cada uno de nosotros traemos dentro: Todos los sentimientos, todas las emociones, todos los pensamientos que se transforman en acción.
Educar para la paz comienza con nosotros, con cada uno de nosotros. Es un trabajo interno, constante. Es observarnos a cada momento y reaccionar de manera consciente a cada una de nuestras emociones, reconociéndolas, aceptándolas y trabajando para que la manifestación no sea una acción arrebatada, sino una consecuencia que enseñe al niño que se vale estar tristes, se vale estar enojados, se vale estar apresurados, pero no por eso podemos dañar a las personas que nos acompañan, ni al medi que nos rodea y mucho menos a nosotros mismos. El niño observa congruencia y aprende a ser congruente. El niño observa incongruencia y su mundo se transforma en un caos.
Amar a un niño es el resultado de amarnos a nosotros mismos. Respetar a un niño es el resultado de respetarnos a nosotros mismos. Enseñar a un niño a vivir en paz, por lo tanto, es el resultado de que nosotros vivamos en paz.
Amamos a un niño cuando nos interesamos en él, cuando estamos presentes, cuando le damos atención, nos detenemos a escucharlo, a observarlo y le dedicamos íntegramente nuestro tiempo.
Amamos a un niño cuando le ponemos límites, cuando le decímos no, cuando guíamos sus acciones hacia lo positivo le estamos dando seguridad al niño, se siente tranquilo pues confía en el adulto que sabe lo que hace y por eso dice no a tiempo. El amor respeta la independencia de la personalidad y la individualidad del ser amado, aceptándolo tal cual es.
Cada vez que manifestamos lo que creemos que es amor por medio de la sobreprotección, cuando consentimos a los niños, los complacemos en todo lo que quieren, estamos actuando desde nuestra debilidad, de nuestra necesidad egoísta, desde la comodidad e irresponsabilidad. Cuando actuamos así, lo que realmente estamos haciendo es abandonar al niño, actuamos a nuestra conveniencia por miedo e inseguridad.
Ese es nuestro trabajo diario… observarnos, aceptarnos… amarnos.
Las fotos son cortesía de Felipe Lorenzo. Click para accesar a la galería donde podrán apreciar que eramos muchos los que deseamos un mundo tranquilo, armonioso, en paz.
Tanto los libros como los cds de sus conferencias están a la venta en la oficina del colegio, por si alguien no pudo adquirirlos esa noche.