Hola papá y mamá:
Les quiero platicar un poco de lo que he hecho en estos días. He descubierto que existe un aparato que se llama exprimidor y que con éste puedo sacar el jugo del limón para hacer una rica limonada.
En mi ambiente tengo de dos tipos, con uno necesito usar la fuerza de mis brazos pero debo controlar mis movimientos para no derramar el jugo obtenido; para lo cual requiero estar concentrado.
Con el otro tipo de exprimidor tengo que usar mis manos y usar la fuerza de ellas para sacar el jugo. Parece tan sencillo cuando ustedes me hacen mi jugo que en ocasiones me frustro cuando no puedo, pero se me olvida rápido porque sé que mañana lo puedo volver a intentar hasta que lo haga a la perfección como ustedes.
Creo que puedo ser un gran Chef, creo que tengo talento, pero me he dado cuenta de que cocinar me ayuda a refinar todos mis sentidos. Puedo ver de qué color son las frutas por dentro, puedo sentir la cascara de un melón o un durazno, puedo oler la naranja, puedo disfrutar del sabor de una rica limonada, descubro el sonido que hace el cuchillo al chocar contra el plato cuando estoy cortando los alimentos.
Gracias a que comparto con mis compañeros los ingredientes que traigo de la casa, me siento parte de mi ambiente, parte de mi comunidad y esto me ayuda a integrarme al mundo en el que vivo, aumenta mi autoestima y me da seguridad. Me siento pleno cuando comparto, cuando preparo comida para los demás, puedo ver claramente una secuencia y entender que iniciar algo siempre tiene un delicioso final.
Cuándo cocino me siento pleno y en paz, por eso mi comida tiene un sabor especial. Bueno papá y mamá estén al pendiente porque pronto les platicaré un poco más de un día de trabajo en mi ambiente.
¡Adiós ¡