Es común que cuando hablamos de Geometría en lo primero que pensamos es en cuadrados, círculos, ángulos, tal vez en un cubo; pero si debiésemos definir el concepto de Geometría, ¿cómo lo haríamos?
Antes que nada, debemos reconocer que la geometría es una ciencia, en cuanto a que todo lo que propone es demostrable matemáticamente. Esta ciencia estudia las representaciones espaciales, puntos, rectas, planos, polígonos, superficies… todo lo que le da forma al espacio que vemos. La palabra lleva en sí su significado de origen griego: Geo– Tierra y Metría- Medida.
Derivada de la definición anterior, María Montessori tuvo una reflexión: ¿Qué puede ser más práctico, más personal, más real que la geometría misma? Fue entonces que se comenzó a generar, poco a poco y partiendo de la observación de los intereses naturales de los niños, el Material de Desarrollo de Geometría para Taller. Existe, aún entre los Montessorianos, una gran perplejidad ante el significado del desarrollo de la Geometría con la metodología Montessori, porque es fácil encontrar una relación profunda del material y sus presentaciones con la realidad en que vivimos, que es esencialmente geométrica. La Tierra y todo lo que en ella existe, pero más allá de ella, el Cosmos mismo el “medible” mediante el uso de la Geometría, así es como está plasmado en la Educación Cósmica Montessori.
María Montessori estaba convencida de que la Geometría era una parte esencial de la historia de la humanidad puesto que forma parte de la vida cotidiana de la gente, la Geometría a través de los materiales de desarrollo Montessori no es otra cosa que un modelo tomado de la realidad, una forma de ofrecer al niño la posibilidad de incrementar su poder creativo.
Montessori aplica el concepto de creatividad al niño que crece en la concentración de su trabajo, y de esa forma, se crea a sí mismo: “No son las estrellas en el cielo a las que el niño da vida, sino a la vida que está en él. Si vemos al niño creador en este sentido, podeos decir su finalidad no es crear algo aún no creado; él crea en sí y para sí, nuevos conocimientos, estructurando su mente. El niño es el creador por excelencia, el niño está creando al hombre”. M. M.
Cuando la Guía parte de esta base, puede transmitir, por medio de las presentaciones del material de desarrollo, los conceptos abstractos de una forma concreta. De ahí el término Montessoriano “psicogeometría” El niño aprende a medida que va haciendo, viendo, sintiendo y haciendo suyo el concepto de Geometría. A través de todos los procesos del trabajo manual, el niño pasa de lo concreto a lo abstracto de una forma natural, a su tiempo y partiendo de la seguridad en sus conocimientos.
Los niños gozan con la experiencia de dibujar las figuras geométricas con los resaques, manipular los sólidos geométricos, identificar las diferencias y semejanzas de las figuras y formar otras más complejas partiendo de un triángulo. Poco a poco va adentrándose al mundo de las áreas y los volúmenes y el razonamiento matemático de las fórmulas se da de una manera natural, partiendo de la curiosidad que el mismo material de desarrollo propone al niño.
Hay que dejar patente que la Geometría es una de las ciencias más antiguas que existen en la actualidad pues sus orígenes se encuentran en el Antiguo Egipto. Así, gracias a los trabajos de importantes figuras como Heródoto o Euclides, hemos sabido que desde tiempos inmemoriales los fundamentos para estudiar áreas, volúmenes y longitudes; personajes históricos como el matemático, filósofo y físico francés René Descartes, quien planteó el desarrollo de la Geometría de una forma en la que las distintas figuras podían ser representadas a través de ecuaciones.
Mediante los materiales de desarrollo de Geometría, el niño abre su mente al mundo en el que vive, lo observa con ojos diferentes, cimentando su ubicación y conocimiento del espacio en el que vive: el Universo mismo.
.
Estas imágenes fueron tomadas durante la clase abierta Montessori del Ambiente Blanco, Taller I.