Entre saber leer palabras y entender el sentido de un libro existe la misma diferencia que entre saber pronunciar una palabra y un discurso. Por lo tanto, fomentar la lectura creando espacios que inviten a los niños a tomar un libro, mirar las imágenes que lo ilustran, pasar sus hojas y LEER tratando de analizar la relación de las palabras con los dibujos que están contándole una historia es un trabajo que vale la pena. Cada vez que el niño decubre que las letras que une con sonidos forman una palabra que tiene “sentido” y forma con las otras palabras una frase que puede comprender ¡es una explosión de alegría para el universo!
El NIÑO LECTOR es un proyecto que debemos seguir fomentando EN CASA. En la escuela existen tantos espacios que “muestran” cómo hacerlo, pero en casa está el lugar idóneo para poder realizar la actividad con el placer que causa compartir lo que se descubre en cada historia, la emoción de saber qué puede pasar, adivinar si nuestra imaginación concuerda con lo que el escritor ha decidido para el final del cuento… ¡hay tanto qué descubrir en un libro! Vamos a gozar de los momentos de lectura, también en casa. ¡Vale la pena!