Al estudiar el Método Montessori nos dirigimos a un punto central muy interesante que es la manifestación extraordinaria de la vida psíquica de los niños pequeños que no se ha observado antes. La psicología del hombre es como un gran continente, como América, que existía, pero nadie sabía que estaba allí. El alma del niño es rica, es grande he inmensa como un extenso continente desconocido que apenas está siendo descubierto por nuestra actual civilización. Por lo tanto, si deseamos saber acerca de él, debemos descubrirlo.
Las consecuencias del descubrimiento de esta energía en el niño tendrán un efecto incluso mayor y más profundo en el futuro. Traten de imaginarse el momento en el que la gente aprenda a utilizarlo; entonces tendrán visiones de una sociedad un poco diferente de la que existe actualmente. Habrá un nuevo mundo, una nueva humanidad. La llave es la revelación de la psicología de los niños. Del hombre quien, en esta primera etapa de su desarrollo, hace uso de ella desde este pequeño inicio. Y el esfuerzo que se haga para dirigir esta energía en algo que sea realmente accesible para todos. Creo que la humanidad habrá dejado de ser la víctima de circunstancias: se ha abierto el camino y es cierto que en el futuro una gran ciencia, la psicología del hombre en la época de su formación y creación, surgirá entre los otros y se convertirá en la ciencia aplicada más benéfica.
Tomado de la tercera conferencia que la Dra. Montessori dio en Londres el 6 de septiembre de 1946.
Fotografía de Gabriela Garza.