Se acerca el fin de este ciclo escolar y empezamos con las celebraciones para dar cierre a la generación de Amarillos 2011. Esta vez fueron 24 niños los que nos acompañaron a Puerto Morelos en nuestro ya tradicional campamento anual.
Ellos eligieron los nombres de sus equipos y dibujaron sus cartelones:
ESTRELLAS: Danna, Isabella, Alana, Ana Julieta, Pili, Blanquis y Endi
MARIPOSAS: Veronika, Elia, Dayanara, Sofía, Ana Camila y Martha
CACHORRAS LEONAS: Aitana, Renata, Macoch, Nani, Camila y Tita
VIAJEROS DEL UNIVERSO: Alfredo, Nicolás, Diego, Patricio, Emilio, Gaby y Elmi
PLANETA AZUL: Arturo, Ramiro, Cristian, Carlos, Jorge, Sandra y Zoila
Desde que subimos al autobús, las pláticas y risas nos acompañaron hasta que llegamos a Ojo de Agua, en donde nos acomodamos en nuestras habitaciones y nos preparamos para nuestra primera visita: El museo de Visitantes de Puerto Morelos, una linda palapa en donde nos contaron la historia del puerto desde sus inicios y vimos un video de la vida en el arrecife que nos enseñó a protegerlo y disfrutarlo de la mejor manera.
Un paseo y de regreso al hotel para preparar nuestra fiesta. Las Cachorras Leonas se pusieron muy guapas con sus grandes ojos maquillados. Todos juntos hicimos collares de flores para adornarnos para el baile que estuvo muy divertido, ¡Arturo fue mi pareja!
El hambre llegó un poco tarde. Después de tanto baile y concursos cantamos las mañanitas a Danna que celebró su sexto cumpleaños y después de partir el pastel, las tostadas ¡desaparecieron de la mesa en un dos por tres!
Bajo las estrellas, que brillaban divinamente, la búsqueda del tesoro y ya casi a las diez de la noche, todos a los cuartos para darnos un baño y ponernos la pijama. Los viajeros del universo visitaron algunas habitaciones para dar las buenas noches y luego, el silencio llegó poco a poco al hotel -para alegría de los demás huéspedes-.
Al día siguiente, un delicioso desayuno y el paseo por la playa hasta llegar al mercado de artesanías, en donde Don Gaspar nos esperaba con la mesa puesta, no con comida, sino con cuentas y piedras para engarzar nuestros collares y pulseras. Unas compras, bebidas refrescantes en el centro del Puerto y todos esperaban con gran ansiedad el momento de llegar para ponerse el traje de baño y
¡Al agua patos!
Deliciosas verduras con limón y té helado antes de prepararnos para el regreso. Las caritas cansadas pero felices se enmarcaron con las gorras que coronaron sus cabezas como la generación de Amarillos Montessori 2011
Lo mejor del campamento se quedó en nuestros corazones. Gracias infinitas por la confianza, sabemos que no es fácil dejar que los niños pasen una noche fuera de casa, pero estas imágenes les contarán con lujo de detalles lo que las palabras no alcanzan a decir: ¡se divirtieron tanto!