Estamos a unos días de haber recibido a los Reyes Magos en casa, ahora quiero compartir con ustedes la noticia sobre una reunión de Reinas en pro de los derechos de los más olvidados en este mundo, más allá de la burbuja de cristal en la que crecen nuestros hijos.
Como antecedente, les contaré que el 10 de diciembre de 1951, se celebró el tercer aniversario de la “Declaración de Derechos Humanos” con el deseo de asegurar que los principios de la Declaración hecha al poco tiempo de haber terminado la Segunda Guerra Mundial llegaran a ser una herencia común y crecieran en la práctica diaria.
En aquella ocasión, la Dra. María Montessori fue invitada por la UNESCO para enviar un mensaje al mundo que subrayara la particular importancia del evento. En su mensaje María Montessori reclamó derechos para los niños que habrían de tomar cuatro décadas para ser declarados y denunció una situación que, a pesar del trabajo y esfuerzo de muchos desde entonces, ha empeorado a través de los años.
El 20 de noviembre del 2009, La Reina Silvia de Suecia y sus dos hijas, las princesas Victoria y Magdalena, dieron la bienvenida a las Reinas Doña Sofía, de España; Beatriz, de los Países Bajos; Paola de Bélgica; la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo y las Princesas Mary de Dinamarca y Mette-Marit de Noruega, acompañadas por embajadores de la UNICEF, defensores del menor y responsables de algunas ONG, entre otros asistentes que acudieron a Estocolmo para celebrar el XX Aniversario de la Convención de Naciones Unidas de los Derechos del Niño.
La Convención sobre los Derechos del Niño (o CDN) es un tratado internacional de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño, que posee 54 artículos que reconocen que todos las personas menores de 18 años tienen derecho a ser protegidos, desarrollarse y participar activamente en la sociedad, estableciendo que los niños son sujetos de derecho. Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
Es el tratado internacional que reúne al mayor número de Estados partes. Ha sido ratificada por todos los Estados del mundo, a excepción de Somalía y Estados Unidos de América, éste último fundamentalmente debido a la prohibición de la aplicación de la pena de muerte a niños que contiene esta convención.
María Montessori en aquel discurso de 1951 apuntó la esencia de cada uno de los párrafos que componen la Convención.
El 6 de enero de 1907 se inauguró la primera Casa de Niños en el barrio de San Lorenzo, Roma. A 103 años de ese evento, una vez más, nos damos cuenta de la capacidad de visión que tenía la Dra. Montessori, siempre a la vanguardia, siempre vigente.
“El niño ha sido siempre el ciudadano olvidado. Nos encontramos en un momento en el que la vida espiritual es desatendida y el materialismo es exaltado como si fuese una virtud; un momento en el que los poderes físicos de los seres humanos han sobrepasado lo natural y en el que vislumbramos los horrores de la destrucción universal. Por todo esto, proclamamos que el desarrollo de energías creativas, de las características más altas de los seres humanos, es una de las necesidades más urgentes de nuestra vida social.” M.Montessori, 1951
Hoy, en la espera de que todos los niños de mundo sean abrigados por corazones como el de María Montessori, no sólo por palabras impresas.